Vegetación
Vegetación de la Sierra de Guadarrama
Vegetación
La vegetación de la Sierra de Guadarrama está constituida por comunidades vegetales características del Sistema Central. Una parte importante de ellas son exclusivamente guadarrámicas. Las más representativas son los pinares de pino albar o pino de Valsaín, los matorrales supraforestales de piorno serrano y enebro rastrero, y los pastizales psicroxerófilos que viven en las cumbres de la Sierra.
En el entorno de las cumbres y las laderas más elevadas se forman complejos mosaicos donde alternan pastos húmedos, turberas, charcas y lagunas, pastos xerófilos, comunidades de grietas y repisas de roquedos, etc. En estos hábitats es donde se desarrolla la mayor diversidad de comunidades vegetales y la flora más singular del territorio.
Flora
La Sierra de Guadarrama presenta una elevada diversidad florística favorecida por múltiples factores relacionados principalmente con su ubicación geográfica. Esta posición ha permitido la existencia de unas características transicionales entre la región mediterránea y la región eurosiberiana. En este sentido, la Sierra de Guadarrama ha actuado como refugio de especies de ambientes más fríos que tuvieron una distribución más amplia en el pasado y han desaparecido de los territorios limítrofes.
Además, el acusado gradiente altitudinal de la Sierra de Guadarrama genera una alta variabilidad de factores climáticos y edafológicos en una extensión de terreno relativamente pequeña, lo que produce la existencia de gran cantidad de hábitats. Su aislamiento, como gran cordillera en el seno de la meseta castellana, ha propiciado notables procesos de endemicidad.
Aunque no existen estudios definitivos que permitan calcular exactamente el número de plantas vasculares que habitan en la Sierra de Guadarrama, aproximadamente existen unos 1.300 taxones entre especies y subespecies.
Hongos
Los hongos juegan un papel fundamental en el funcionamiento ecológico de los bosques. La mayor parte de ellos son especies saprófitas que actúan descomponiendo la materia orgánica animal y vegetal enriqueciendo el suelo e incorporando nutrientes a la cadena trófica. Otros son simbiontes y se asocian con las raíces de determinadas plantas formando micorrizas, permitiendo que estos vegetales puedan vivir en determinados medios, como por ejemplo medios pobres o encharcados. Por todo ello la conservación de los hongos es fundamental para la conservación de los bosques y de los hábitats donde viven.
En primavera y, especialmente, en otoño cuerpos fructíferos (setas) de todas las formas y coloridos posibles asoman en las laderas de la Sierra de Guadarrama.
Líquenes
En la Sierra de Guadarrama numerosos líquenes habitan en el interior de los bosques, tapizando las cortezas de los árboles y determinados enclaves umbríos. Pero es en los roquedos que forman las cumbres de las montañas donde se desarrolla una diversidad liquénica excepcional, siendo los líquenes los seres vivos dominantes en estas comunidades rupícolas. Con sus talos amarillentos, verdosos, grisáceos, naranjas, pardos o negruzcos, dan color a las rocas.
Árboles singulares
En la Sierra de Guadarrama existen árboles catalogados como singulares. Ante el encuentro en la naturaleza con uno de estos gigantes, sin duda no quedaremos indiferentes. Fustes imponentes, gruesos troncos y enormes ramas retorcidas nos invitarán a la contemplación y al máximo respeto hacia estas joyas naturales.
Fuente: www.parquenacionalsierraguadarrama.es